La excesiva contratación de personal mediante la modalidad de locación de servicios en el gobierno regional de Lima, ha generado en los últimos 9 meses un gasto en planilla de más de S/. 9 millones de soles. Pero eso no esto, el amañado concurso con la Ley 276 en casi todas las entidades del GORE dejara un fuerte forado financiero difícil de sostener por una nueva gestión, más aun cuando al ser contratados de forma permanentemente más de 600 trabajadores de confianza de Alvarado, será difícil su despido y se les tendrá que pagarle 16 sueldos al año.
Según documentos a los que tuvimos acceso, hasta setiembre pasado laboraban en la sede regional 956 locadores de servicios con sueldos de S/. 2,000 a S/. 8,000.
Y es que sabiéndose perdedor Javier Alvarado deja una “bomba de tiempo” en el Gobierno Regional, y lo que es peor para los intereses de miles de profesionales, ya no habrá plazas para concursar el próximo año, dejando así Alvarado a su gente de confianza enquistada dentro de la entidad y sin oportunidad de trabajo para miles de profesionales del norte.
Otra de la estrategia de PATRIA JOVEN es despedir a los locadores, pero estos serían reincorporados porque han trabajado más de un año de manera ininterrumpida, o sea los despiden con documentos que prueban el vínculo laboral, dejando también otra bomba de tiempo a la gestión entrante con los más 2 mil juicios por reposición laboral que tendrán que afrontar.
Lo indignantes es que casi todo el personal de PATRIA JOVEN, son personas sin profesión y sin estudios técnicos de especialización. Solo saber que por ejemplo el señor Yeyyson Sulluchuco Presentación es el actual Director Regional de Transportes y comunicaciones con solo 5TO de secundaria. Increíble pero cierto.
Este copamiento partidario tendría mayor éxito si es electo Andrés Tello, quien al personal toril le agregaría miles de apristas no carnet teniendo en cuenta la urgencia laboral de sus militantes ad portas del procesos eleccionario del 2016 de Alan García.
Esta gestión no solo es una agencia de empleos para sus carnetizados, sino también un antro de trabajadores fantasmas, de “cenas partidarias” obligatorias y aportes económicos “voluntarios” pro campaña electoral. Están advertidos.