El número de muertos por el terremoto de magnitud 7,8 en la escala abierta de Richter en Ecuador es de 235 y se registra mil 557 heridos tras el fuerte movimiento que sacudió ayer la zona norte costera del país, y que también causó múltiples daños materiales que aún se evalúan. La información fue brindada por el vicepresidente Jorge Glas.
Una hora antes el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, a través de su cuenta en Twitter, informó que la cifra había ascendido de 77 a 233.
"Cifra oficial de fallecidos sube a 233. Barrio Tarqui de Manta muy afectado. Pedernales destruido", escribió Correa en su cuenta de Twitter.
El vicepresidente del país, Jorge Glas, en una comparecencia ante los medios de comunicación, remarcó que la cifra de fallecidos podría aumentar debido a los daños generados en la zona afectada.
Aseguró que la situación es particularmente "compleja" en el balneario costero de Pedernales, en la zona del epicentro, donde a los equipos de rescate y asistencia les ha sido difícil llegar.
"Queridos ciudadanos, tenemos la fuerza para superar este momento de dolor y tragedia. No dejaremos a ningún ciudadano solo", afirmó Glas.
El terremoto se produjo a las 18.58 hora local del sábado (23.58 GMT), entre los balnearios costeros de Cojimíes y de Pedernales, en la provincia de Manabí y colindante con la vecina Esmeraldas, que también ha sentido el impacto de las réplicas.
El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, encargado de la vigilancia sísmica y volcánica en el país, indicó que las más de 60 réplicas registradas durante las seis horas posteriores a la sacudida principal alcanzaron magnitudes de entre 2,5 y 5,3 grados en la escala de Richter.
El Instituto no ha descartado que este comportamiento de permanentes réplicas pueda continuar por horas o días.
Tras el desastre, el Gobierno ecuatoriano declaró el estado de emergencia en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y Santa Elena, así como el estado de excepción en todo el territorio nacional.
Glas insistió en que todas las instituciones están en "máxima alerta" para atender la situación y que ha dispuesto el envío de un hospital móvil a Pedernales, en la zona del epicentro.
El movimiento telúrico, con capacidad de generar un tsunami, activó la alerta de esa posibilidad en los países vecinos como Colombia, Perú y Chile, que poco después cancelaron la advertencia.
Por su intensidad se sintió en Colombia, y en el caso de Cali llegó a producir cortes de electricidad y agrietamientos en construcciones, sin casos graves.
El Gobierno colombiano, además, anunció la activación de un plan de contingencia para atender a sus ciudadanos en Ecuador. EFE
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