Windows 10 será una actualización gratuita para los usuarios de las más recientes versiones de Windows y Windows Phone en un intento de Microsoft Corp por retener clientes en la era de los teléfonos inteligentes.
Si bien la empresa perdería ingresos por su estrategia “gratuita”, se recuperaría al vender servicios como Office a través de Internet o la ‘nube’.
De hecho, algunos analistas consideraron, según informó Reuters, que el impacto no será significativo en las finanzas de Microsoft debido a que sus actualizaciones generan unos US$500 millones anuales, mientras que sus ventas (principalmente a los fabricantes de hardware y a las empresas que pagan licencias de varios años) ascienden a más de US$20.000 millones.
Windows 10, que sería lanzado en septiembre, estará disponible de forma gratuita durante un año como actualización para los usuarios de Windows 7, Windows 8.1 y Windows Phone 8.1