En el caso de Clinton un estudio de opinión de Public Policy Polling (PPP) la sitúa al frente de los demócratas con el 42 por ciento de apoyo de los votantes distanciada del senador Bernie Sanders que alcanza 24 por ciento.
Sin embargo, la campaña de la favorita de los demócratas tiene ahora su mayor reto en la potencial entrada a la carrera del vicepresidente Joseph Biden, quien según PPP tiene un respetable respaldo de 20 por ciento de los electores pese a que no termina de decidir su participación en la liza.
Hillary vio reducidos sus números de más del 50 por ciento de respaldo antes de lanzar su candidatura en especial por los ataques de los republicanos por su desempeño como secretaria de Estado durante el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi, Libia, y su manejo de correos electrónicos en un servidor privado mientras estuvo en el cargo.
Sin embargo, en las últimas semanas su campaña pasó a la ofensiva en ambos asuntos, en especial por el surgimiento de evidencias que indican que los republicanos manipulan la información con fines políticos.
Análisis de prensa sugieren que los republicanos alcanzaron su objetivo de bajar el favoritismo de la exprimera dama, ya que la misma encuesta de PPP la situó en agosto con 55 por ciento de respaldo.
En estos momentos lo que más preocupa a la campaña de Clinton es la decisión que tome Biden, pues muchos lo ven como una alternativa si Hillary sigue descendiendo en los sondeos.
Por otra parte, un sondeo de la Universidad Quinnipiac publicado este miércoles indicó que tanto Clinton como Trump continúan liderando sus partidos en tres estados claves (Florida, Pensilvania y Ohio) pese a que el republicano Ben Carson y el vicepresidente Biden afloran como los más exitosos candidatos a las elecciones generales en esos lugares.
Según Peter Brown, director adjunto de la encuesta de Quinnipiac, Biden tendría un mejor desempeño contra los republicanos que Clinton o Sanders.